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Una percepción de la vida

La vida esta llena de sorpresas. Desde que nacemos con cierta inocencia de lo que nos espera hasta alcanzar él último día de nuestro aliento estamos en luchas constantes.

Algunos dicen que el destino no esta pautado, sino que cada quien lo origina. En mi punto de vista, he tenido momentos en que creo que uno mismo lo crea y en otros momentos en que los mismo ya están definidos. Pero, si de algo estoy totalmente convencido es de que sea cual sea el destino que enfrentemos debemos prevalecer en todos los entornos posibles y aprender de ellos.

En mi poca experiencia he aprendido, que cada día es un nuevo reto y que según como lo vayamos superándolos tendremos mejores o peores resultados. Del mismo modo, he comprobado que ciertamente las situaciones que se nos presentan en el diario vivir son simulaciones que ya otros anteriormente o paralelamente han cursado y que no seremos los únicos en comprobarlo.

Otras experiencias que puedo compartir es que cuando pensamos que estamos pasando por la peor situación, pues créanme que nunca habrá una como tal, siempre habrá una peor, pero también la misma tendrá solución. Sin importar el problema que sea, tendrá una respuesta sea positiva o negativa ya que el tiempo se encargará de dársela, aunque nunca obtendremos la dicha respuesta anticipadamente. Acertar es como sacarse un billete de la lotería.

He llegado a pensar que la vida es un gran juego donde él que triunfa es él que persevera; el que se mantiene siempre en lucha y resistiendo la embestida; él que tiene el gran valor de reconocer sus caídas y luego levantarse; él que arriesga su vida en el intento; él que nunca se da por vencido; él que mantiene esa esperanza viva en esa fe de lo que verdaderamente cree correcto; él que no deja apagar esa luz brillante de vivencia; él que se deja humillar para luego ensalzarse. En esas personas con ese espíritu batallador que nunca se cansan, son lo que realmente consiguen la gloria aunque le cueste toda su vida y aunque al final no puedan disfrutar por lo que han luchado desde inicios, sin embargo, sentirán la satisfacción de libertad que todo ser humano anhela. Porque la libertad es la mayor cualidad que todo hombre debe poseer. Esté es el mayor valor que Dios nos da y por el cual debemos vivir o morir para defenderlo.


Escrito por:
Víctor Erick Rollins

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